La menopausia, una etapa más.

La menopausia es estrictamente la última menstruación al igual que menarquia se le denomina a la primera regla.
Muchas veces las mujeres lo califican como algo negativo, pero no es más que un acontecimiento involuntario y fisiológico que marca el inicio de una nueva etapa como mujeres. 

Existen varios términos que describen los estados próximos a la menopausia.
- Premenopausia: período anterior a la menopausia donde ya han cambios hormonales, caracterizados por los desarreglos en la menstruación como los retrasos y los cambios en cantidad y duración de la misma.
- Postmenopausia. Período posterior a la menopausia.
- Climaterio: Periodo que comprende la premenopausia, menopausia y postmenopausia.
Climaterio  proviene del griego climater (peldaños o escalones de escalera) y se define como  el periodo de transición de una vida fértil a una no fértil, la cual se debe a una insuficiencia ovárica con cese de actividad estrogénica.

¿A que edad empieza el climaterio?
Tiene un componente genético importante, pregunta a tu madre y a tu abuela a que edad empezaron con los desarreglos eso te dará una orientación. Lo habitual es que empiece alrededor de los 45-50, pudiendo aparecer más tarde o más temprano. 

¿Qué hacer ante esta nueva etapa?
 El Climaterio es una más de las etapas en la vida de la mujer y quizás una de las más difíciles, ya que hay que enfrentar muchos cambios y también muchos mitos respecto al tema, pues existe una mirada negativa a este proceso de “envejecimiento”.

Por lo que lo mejor es vivirla como es, una etapa más y aceptarla. Buscar el tratamiento si lo necesitamos: Comer una dieta equilibrada y hacer ejercicio diario, esto nos ayudará a mejorar el metabolismo, mejorar la autoestima, dormir mejor, y mejorar la sexualidad. 

En muchas ocasiones suele coincidir la menopausia con una etapa de cambios familiares, salida de los hijos del hogar, aparición de nietos, por lo que hay que reestructurar las relaciones familiares, especialmente con la pareja.

Ninguna readaptación en la pareja, en la familia o en lo laboral es posible sin primero aceptar nuestra situación y eso se traduce muchas veces en aceptar que estamos mal.